El gobierno de México enviará la próxima semana a Estados Unidos un equipo para negociar que el Senado de ese país no apruebe un gravamen de 3.5% a las remesas previsto en la “Única, Gran y Hermosa Iniciativa fiscal” de Donald Trump.
El jueves, y en una votación cerrada, la Cámara de Representantes aprobó el megaproyecto de ley presupuestaria que cristaliza las prioridades del gobierno del republicano, como un gasto histórico en medidas de seguridad fronteriza y control migratorio.
Para la presidenta Claudia Sheinbaum, los legisladores estadunidenses “escucharon” a quienes se oponían a la medida y decidieron reducir a 3.5% el impuesto desde el 5% que el presidente de Estados Unidos planteó inicialmente.Sin embargo, la titular del Ejecutivo federal recalcó que la postura de su gobierno es que este gravamen quede en cero.